Historias & recursos

Imagen de fondo
Imagen de la planta 4 Imagen de la planta 3 Imagen de la planta 4 Imagen de la planta 3
Los búhos
¡Hola! Somos los búhos y tenemos varias labores dentro de La Aldea. Estamos encargados de la educación de los más chicos, uno de los trabajos más importantes en la comunidad, y nos encargamos de las labores de investigación científica.
Imagen de los buhos
Las hormigas
Buenos días, no tenemos mucho tiempo porque estamos trabajando. Nos presentamos: somos las hormigas, seguimos las órdenes al pie de la letra. ¡Sí, señor! Somos muy organizadas y eficientes. ¡A marchar! Y uno y dos y tres.
Imagen de las hormigas
Lorena, la tortuga
Me llamo Lorena y soy la tortuga líder de La Aldea. Mi labor me exige tomar las decisiones más importantes y considerar el bienestar de todos los animales. Mi interés es que siempre actuemos como una comunidad y permanezcamos juntos.
Imagen de Lorena
Efrén el tapir
Me llamo Efrén, soy un tapir guapo y poderoso. Mi padre fue uno de los grandes fundadores de La Aldea. Gracias a él y a nuestro linaje de tapires, este lugar está en pie. ¡Me siento muy orgulloso de eso y de todo lo que hago para que La Aldea vuelva a ser tan grandiosa como lo era antes!
Imagen de Efrén
Arnulfo, la zarigüeya
¡Hola! Soy Arnulfo, una zarigüeya ágil e inteligente. Me gusta llevar siempre la ventaja y por eso a veces, solo a veces, rompo las reglas. Pero ¡sshhh! No le digan a nadie.
Imagen de Arnulfo
Las abejas
¡Buen día! Somos las abejas, meteorólogas de La Aldea. Nuestro interés principal es la protección del medioambiente y la producción de nuestra deliciosa miel. ¡Se dice que la miel de La Aldea es la mejor del mundo!
Imagen de las abejas
Inés, la jaiba
¡Ajá! Me llamo Inés y soy una jaiba. No me gusta mucho estar con los demás, prefiero andar sola y hacer las cosas como a mí me parece. La verdad es que ni sé qué hago aquí, hablándoles a ustedes… ¡Chao!
Imagen de Inés
Enrique, el camaleón
Soy Enrique, el camaleón. Llegué a La Aldea hace poco, después de perder mi hogar por un derrumbe. Mi color normal es verde, cuando me siento feliz me pongo amarillo y cuando tengo miedo, me pongo morado.
Imagen de Enrique
Las gallinetas
Somos las gallinetas. Siempre andamos juntas y preferimos meter la cabeza en la tierra, antes que ponernos en situaciones de peligro. ¿Ya terminamos? ¿Podemos escondernos? ¡Hasta luego!
Imagen de las gallinetas
Carmen, la osa de anteojos
Hola, soy Carmen, la única osa de anteojos que hay en La Aldea, también soy la más grande de todos los animales de aquí. Creo que lo más importante es ser respetuosos con las opiniones y pensamientos de los demás y no pasar nunca por encima de otros.
Imagen de Carmen
Paco, el puercoespín
¡Hola! Soy Paco, un puercoespín justo y responsable. Lo que más me interesa es que las cosas en La Aldea se hagan de forma transparente y equitativa. Por eso, me enojo con mucha facilidad cuando hacen trampa o cuando benefician a unos por encima de otros. ¡Eso no es lo correcto!
Imagen de Paco
Las guacamayas
¡Pruaaa, pruaaa! Somos las guacamayas, las reporteras de La Aldea. Nos gusta meter el pico en todo lo que pasa alrededor para mantener informados a los aldeanos. ¡Si no hay noticias, las buscamos hasta que las encontramos!
Imagen de las guacamayas
Los ratones
¡Hola!, por fin nos conocemos... Los ratones somos los encargados de la limpieza en La Aldea y, aunque llevemos haciendo esto por mucho tiempo, nadie se daba cuenta. Algunos animales creen que somos sucios, pero en realidad somos de los habitantes más limpios y ordenados en La Aldea. Quizás, si se dieran la oportunidad de conocernos, se sorprenderían mucho.
Imagen de los ratones
Imagen de la zarigüeya azul

Historias y recursos

¿Qué quieres
?
En búsqueda del silencio
La cuarentena avanza y Paco, el puercoespín, se ve enfrentado a ser su única compañía. Y, aunque intenta llenar su tiempo con cosas y actividades que realizar, con el paso de los días no le queda nada por hacer. Así que decide simplemente no hacer nada. No obstante, esto no resulta nada fácil, miles de pensamientos van y vienen dentro de su mente y no lo dejan estar tranquilo. ¿Logrará encontrar el silencio?
El descubrimiento de Arnulfo
Hasta hace unos meses, las nueces eran la comida favorita de Arnulfo, la zarigüeya, podía comerlas día tras día y no cansarse nunca. O, por lo menos, eso creía. Sin embargo, un día sucedió lo que menos esperaba. Solo pensar en comer una nuez más le provocaba escalofríos. Así que decidió reinventarse, era un momento en el que todo estaba cambiando y, quizás, también era el instante perfecto para encontrar nuevas versiones de sí mismo.
El mundo al revés
Desde que Lorena decretó la cuarentena, el mundo de las familia de zarigüeyas pardas dio un vuelco. De repente las pequeñas zarigüeyas ya no tenían que ir a la escuela y ahora debían permanecer en el árbol familiar las 24 horas del día. Y como mamá y papá trabajaban no podían hacer ruido ni saltar ni correr. Sin embargo, para combatir el aburrimiento, las pequeñas zarigüeyas imaginan otros mundos en donde todo es posible.